El cine es un oficio, y como tal, la enseñanza es enteramente práctica.

La experiencia con estos cursos de cinema nos ha enseñado que no se trata, como tal, de enseñar a hacer cine, sino más bien de encontrar el código de comunicación adecuado en donde todos entendamos lo que hacemos. En este sentido los monitores de E.I.C.M trabajan adaptándose al nivel de juego de los alumnos, como punto de partida. Y a partir de ahí crear un contexto de trabajo con el objetivo concreto de afrontar entre todos un reto, u objetivo, que siempre es la creación de pequeñas piezas fílmicas, en formato ejercicios de clase, y la creación de un corto metraje, con todo el grupo, al final de cada trimestre. Esta práctica se ha ido convirtiendo en nuestra principal regla pedagógica.